lunes, 29 de octubre de 2012

LOS GOLPES EN LA CARA Y SUS CONSECUENCIAS



LOS GOLPES EN LA CARA Y SUS CONSECUENCIAS

Cuando los niños comienzan a pararse y a gatear, aumenta el riesgo de que se caigan y golpeen.
 
Aparte de las lesiones traumatológicas, que son de fácil detección pues causan un fuerte dolor al niño y un impedimento inmediato de realizar sus actividades con normalidad.

Existe una serie de accidentes cotidianos que son necesarios de reconocer y evaluar para tomar la decisión adecuada, ya sea la atención oportuna en el hogar o bien el traslado inmediato a un centro asistencial.

Hay que estar atentos también a los golpes que se producen en los jardines infantiles, en la hora de los recreos especialmente y en las piscinas y plazas, donde es común que los pequeños se caigan de los columpios o resbalines.

Los accidentes que afectan los dientes son muy frecuentes e incluyen, en la mayoría de los casos, a los incisivos superiores.

Este tipo de traumatismo no se debe descuidar, aunque se trate de los dientes deciduos, que serán sustituidos por los permanentes.

A pesar de ser provisionales, los dientes deciduos son útiles para la masticación, permiten la correcta pronunciación de algunas consonantes y sobre todo, tienen la función de servir de base a los dientes definitivos favoreciendo su correcto posicionamiento.

Si sufre alguna luxación:

Se habla de luxación cuando el diente afectado por el golpe se desplaza de su posición natural.

La luxación se define como “intrusiva” cuando el diente se desplaza hacia dentro del alveolo en el que se introdujo y por lo tanto, parece más corto.

Se denomina “extrusiva” si el diente se desplaza hacia fuera, es decir, si sobresale parcialmente del espacio que lo aloja.

En ambos casos, hay que acudir al dentista u odontopediatra, para que valore la situación.

Si el especialista lo cree conveniente, tomará una radiografía del diente con el fin de establecer si existe un riesgo de que el desplazamiento del diente deciduo ponga en riesgo la “salida” del permanente.

Si no existe peligro, no es necesario intervenir.

Algunas veces, el diente que se desplazó se vuelve a colocar en su sitio de forma espontánea.

Si se cae:

Como consecuencia de un golpe, es necesario acudir al dentista, para establecer la importancia del golpe y para determinar qué es lo que se hará en consecuencia.

El diente deciduo no se puede reimplantar porque podría obstaculizar el crecimiento del diente definitivo.

No obstante, es oportuno que en el espacio que quedó libre se coloque un diente artificial, que sea sostenido por un pivote que colocará el dentista, con el fin de mantener el espacio.

De esta manera, se resuelve el inconveniente estético y se evita que el espacio se cierre, impidiendo a los dientes definitivos que adquieran una posición incorrecta.

Si se rompe:

No vale la pena recuperar el pedazo roto, dado que no es práctico reconstruir los dientes deciduos.

La intervención requerirá gran colaboración del niño, lo cual no suele suceder.

En cualquier caso, siempre es oportuno que el dentista valore la importancia del golpe con respecto a la pulpa dental e indique el tratamiento más apropiado.

Los antibióticos:

Es posible que como consecuencia de un traumatismo que haya afectado a un diente, en la zona se forme un absceso de pus.

En este caso, es necesario llevar al niño al dentista, quién después de valorar la situación prescribirá un tratamiento con antibiótico.

Algunos especialistas consideran prudente recetar el antibiótico incluso después de la caída traumática de un diente, si la zona se muestra afectada por una lesión.

LOS RESPIRADORES BUCALES Y SUS IMPLICACIONES



LOS RESPIRADORES BUCALES Y SUS IMPLICACIONES

El niño respirador bucal constituye una entidad clínica que posee varias aristas, que produce alteraciones fisiológicas que pueden afectar progresivamente su desarrollo físico y psíquico.

Su detección y corrección depende de la oportuna intervención de un equipo multidisciplinario, que incluye al pediatra del niño, al otorrinolaringólogo infantil, fonoaudiólogo, odontólogo, etc.

La respiración bucal, propicia un terreno para que exista un aumento de las secreciones en las vías aéreas superiores y que a su vez favorecerá la alteración de la funcionalidad de los oídos, de los senos paranasales y con frecuencia desencadene crisis obstructivas bronquiales a repetición.

Todo niño que respire por la boca ocasionalmente, intermitente o perenne es un respirador bucal, ya sea por causas obstructivas, por hábitos y por anatomía.

Síntomas más frecuentes del respirador bucal:
Tos seca.
Tos nocturna.
Incapacidad respiratoria.
Apneas obstructivas del sueño.
Trastornos en el desarrollo del macizo facial (paladar estrecho y hundido, mandíbula elongada).
Deglución atípica.
Dientes mal implantados.
Sinusitis.
Otitis.
Trastornos de la audición.
Falta de atención.
Retraso escolar.
Alteraciones posturales.

Es necesario destacar que en el respirador bucal, el choque de dos fuerzas musculares opuestas (la lengua y el cinturón labial, o sea, labios, mejillas y lengua).

Causa desequilibrio entre los músculos de cierre y apertura de los labios, que hacen que la boca normal en reposo quede cerrada sin ninguna presión, solamente por tonicidad.

Cualquier cambio producido en la actividad muscular o en su tonicidad, se reflejará por síntomas clínicos como son: interposición lingual, respiración bucal, incompetencia labial (labios permanentemente abiertos) y sigmatismo.

Estos son los síntomas más característicos del desequilibrio muscular.

También puede haber trastornos digestivos y perturbaciones de la nutrición, puesto que al respirar por la boca, el paciente tritura deficientemente sus alimentos y deglute antes de tiempo.

En caso de respiradores bucales de larga duración, se ha observado apatía y dificultades de comprensión con retraso escolar.

Cuanto más tarde se realice su diagnóstico, más síntomas del síndrome de respiración bucal tendrá.

A medida que se produce el crecimiento en el esqueleto en el respirador bucal hay una atrofia del maxilar superior con deformidades y asimetría de la bóveda palatina, trastornos de calcificación, implantación y oclusión dentaria.

Es necesario mencionar que el equilibrio muscular es uno de los elementos que ayudan al establecimiento del balance dentario.

Otro dato importante es considerar que al ocurrir habitualmente en niños de 1 a 5 años de edad, etapa donde se adquiere el lenguaje y etapa base para el aprendizaje escolar que está por venir la respiración bucal, puede afectar el desarrollo cognitivo infantil.

Los niños respiradores bucales pueden presentar alteraciones posturales como hombros caídos, tórax hundido y menor respuesta a actividades físicas comunes.

Las anomalías dentomaxilofaciales más frecuentes en los niños examinados con respiración bucal fueron los labios incompetentes, el micrognatismo transversal, perfil convexo y el resalte aumentado.

Intervención del Odontólogo
La persona con este síndrome tiene una autohigiene deficiente ya que la saliva al tener la boca abierta se seca, lo cual impide una buena autoclisis.

Esto acompañado de una mala higiene por parte del individuo puede causar fácilmente caries.

Ortodoncista: modifica la estructura bucal para una correcta respiración, a través de aparatos ortopédicos fijos o móviles.

ODONTOLOGIA EN LA GESTACION



ODONTOLOGIA EN LA GESTACION

Siendo el embarazo un estado fisiológico especial, en el que se presentan una serie de cambios adaptativos temporales, la cavidad bucal no queda exenta de sufrir la influencia hormonal, pudiendo presentarse algunas alteraciones reversibles y transitorias, y otras más consideradas como patológicas.

Pero, al contrario de lo que dicen algunas creencias populares, las alteraciones sufridas en la boca durante el período de gestación no suelen ser tan graves como para llegar a la pérdida de piezas dentales.

Conocer cuales son las lesiones que se presentan en la cavidad bucal de las mujeres gestantes, las que derivan del embarazo o de las circunstancias que rodean a este estado fisiológico especial, podría contribuir a su identificación y manejo tempranos, permitiendo a las autoridades sanitarias y a los odontólogos anticiparse para enfrentar la demanda de servicios y sus costos.

Respecto al comportamiento de las afecciones bucales en los tres trimestres del embarazo se puede observar que las enfermedades que predominan son la gingivitis y la caries dental.

Referente a los hábitos como factores de riesgo de las enfermedades bucales fueron los más representativos, en los tres trimestres del embarazo, la dieta cariogénica y la deficiente higiene bucal.

La ingestión de alimentos azucarados durante el embarazo es muy frecuente.

Se relacionan la deficiente higiene bucal con la presencia de afecciones bucales.

Diversos autores han estudiado el aumento de la frecuencia de la caries durante el embarazo.
Su incremento se asocia a un cambio en la flora bacteriana de la boca durante esta etapa unido a una mayor apetencia de la embarazada por los hidratos de carbono en general y los dulces en particular.

Disminuye el PH salival y la capacidad buffer, lo que hace el medio bucal favorable para el desarrollo de esta enfermedad.

El segundo trimestre es el más afectado debido a que en esta etapa se producen cambios en los estilos de vida en las embarazadas.

Los cambios en los hábitos alimentarios y la dieta cariogénica cobró un papel principal en relación con el resto de los alimentos unido a una deficiencia en el cepillado causada por las náuseas que produce su práctica.

Además en este trimestre algunas mujeres presentan vómitos lo cual aumenta la acidez de la boca.

Los cambios que se producen en el embarazo hacen a la futura mamá más susceptible a las afecciones bucales.

El estado de gestación modifica las condiciones bucales e incide de esta manera en la salud bucal siendo las afecciones bucales más frecuentes la gingivitis y la caries dental, incrementándose su prevalencia en el segundo trimestre.
Existe una relación directa entre la dieta cariogénica y la deficiente higiene bucal en la aparición de afecciones bucales.

Con el aumento de la dieta cariogénica y la deficiente higiene bucal aumenta la aparición de afecciones bucales y viceversa.

Es necesario en la etapa del embarazo extremar los cuidados dentales.

Las alteraciones bucales propias del embarazo, aunque frecuentes, no son inevitables, ya que pueden evitarse controlando los diferentes factores de riesgo.

La mayoría de las mujeres se sienten muy comprometidas al momento de cualquier indicación que los dentistas les hacemos para cuidar su dentadura y la salud de su hijo en gestación.

Sin embargo, es muy necesario reforzar esta idea y dedicar un tiempo mayor al aprendizaje de una correcta forma de cepillado dental, controlar cuidadosamente la higiene oral, para llevar un mejor pronóstico de los cambios que se producen a nivel de las encías como consecuencia de los cambios hormonales provocados por el embarazo.

También hay que considerar que los cambios de dieta y la calidad de ésta, puede afectar en la formación de caries y desarrollo de gingivitis o enfermedad periodontal.

Hay que recordar que la dieta también tiene relación con la formación de la dentición en el feto.

Es recomendable que durante todo el período de embarazo la mujer tenga un control de la placa bacteriana, evite por cualquier motivo la anestesia general, evite lo máximo posible los medicamentos, y acuda frecuentemente al dentista para prevenir en sus inicios cualquier afección.

Y aunque se podría pensar que los cuidados terminan con el nacimiento del hijo, éstos también son importantes de controlar en una etapa posterior.

BRUXISMO Y TERAPIA DE MODIFICACION DE CONDUCTA



BRUXISMO Y TERAPIA DE MODIFICACION DE CONDUCTA

El bruxismo es una parafunción mandibular persistente que consiste en el frotamiento y rechinamiento dentario sin propósito funcional, produciendo el desgaste de las piezas.


Su principal desencadenante se sitúa en el plano psicológico aunque las repercusiones se extienden al plano de la odontología.

El diagnostico precoz de esta parafunción es nuestra mejor defensa para poner freno a este hábito que puede llegar a producir fracturas dentales, dolores musculares y articulares.

Se desconocen las causas del bruxismo, aunque se cree que son varios los factores que lo pueden desencadenar, entre ellos el estrés, alguna alteración del sistema nervioso, una mala alimentación, alguna alergia e incluso la presencia de parásitos intestinales.

Al parecer también las drogas y el alcohol tienden a incrementar su incidencia.

En ciertos casos el bruxismo se relaciona con el desarrollo de los niños; algunos rechinan los dientes porque las piezas superiores e inferiores no se encuentran alineadas de forma adecuada.

Otros lo hacen como reacción a un dolor de oídos o al dolor provocado por el brote de un nuevo diente.

El bruxismo es común en los niños hiperactivos.

Los niños que "rechinan" los dientes, generalmente dejan de hacerlo durante la adolescencia.

En cambio, el bruxismo en los adultos puede durar por tiempo indefinido, llegando a rechinar los dientes incluso estando despiertos, durante el trabajo o en momentos de estrés.

Las consecuencias del bruxismo pueden incluir la simple hiperestesia dental (sensibilidad excesiva de los dientes porque la dentina queda al descubierto debido al desgaste).

Desequilibrios importantes en la articulación temporomandibular (ATM).

Problemas para deglutir, movilidad dental y pérdida del diente.

Estas consecuencias deben ser tratadas por un odontólogo pero las causas que las originan deben ser evaluadas por un psicólogo.

El comportamiento bruxópata supone una hiperactividad de algunos músculos maseteros y temporales que puede conducir a la hipertensión de los músculos de la nuca y el cuello.

El bruxismo es un hábito involuntario, por lo que en este caso no se puede hablar de prevención sino de diagnóstico precoz.

Detectado a tiempo el problema hay que tratar al paciente mediante la colocación de una férula de descarga que se utilizará durante la noche y en algunos casos durante el día.

Si el paciente presenta dolores persistentes y fuertes se pueden prescribir relajantes musculares y fármacos para controlar la ansiedad.

Las férulas pretenden una relajación muscular con el consiguiente reposicionamiento condíleo.
Su mecanismo de acción permanece controvertido.

La efectividad terapéutica mostrada hace que su utilización sea amplia aunque algunos autores la cuestionan.

Las férulas de descarga presentan problemas derivados principalmente de la dificultad para la fonación normal lo que obstaculiza la adecuada relación social de los pacientes.

El obturador nasal transicional es una propuesta alternativa o complementaria a las férulas de descarga como tratamiento de las parafunciones desde el punto de vista psicológico mediante la aplicación de terapias de modificación de conducta.

Se trata de un sencillo dispositivo que han normalizado en tres tamaños o tallas estándar para simplificar su uso por profesionales y pacientes.

Esta motivará en un corto espacio de tiempo una modificación de la conducta bruxómana y una reeducación a la normalidad oclusal, con el beneficio consecuente para la salud oral.

La terapia de modificación de conducta ha sido utilizada ampliamente en el tratamiento de hábitos patológicos y es considerada por los psicólogos clínicos la técnica más exitosa hasta el momento.

Observación conductista: el bruxismo, apretamiento y/o rechinamiento, es una conducta patológica no presente en respiradores bucales.

La obstrucción de las vías nasales como estímulo provoca una respuesta, la respiración bucal, y ésta anula la parafunción.

LA ENFERMEDAD PERIODONTAL Y SUS IMPLICACIONES EN EL EMBARAZO



LA ENFERMEDAD PERIODONTAL Y SUS IMPLICACIONES EN EL EMBARAZO

Un tratamiento periodontal adecuado durante el embarazo reduce el riesgo de sufrir un parto prematuro, según dos estudios americanos realizados.
 
Los bebés prematuros tienen un sistema más inmaduro que los que nacen a término.

Su tiempo de maduración es menor y es posible que tengan más predisposición a padecer enfermedades pulmonares o problemas auditivos o visuales, entre otros.

Fumar durante el embarazo, padecer alguna enfermedad crónica o ser madre joven pueden provocar un parto prematuro.

Diversos estudios apuntan que las enfermedades periodontales también inciden en este hecho.

Las enfermedades periodontales son producidas por bacterias presentes en los dientes, que dañan las encías.

Cuanto mayor sea el número de bacterias, más probabilidades habrá de padecer una gingivitis.

Las embarazadas pueden sufrir una gingivitis por los cambios hormonales que se producen durante la gestación y por un mal cuidado de la boca.

Dos estudios publicados en el mes de mayo en el Journal of Periodontology evidencian, una vez más, que una mala salud bucodental puede producir una enfermedad periodontal y aumentar el riesgo de sufrir un parto pretérmino.

¿Qué puedo hacer para asegurarme de tener un embarazo saludable?
El mejor consejo para las mujeres que están planeando tener un bebé es visitar al odontólogo para una revisión y tratamiento de cualquier problema bucal antes de quedar embarazada.

Durante el embarazo, los dientes y las encías necesitan atención especial.

El cepillado y el uso de hilo dental en forma periódica, la alimentación con una dieta equilibrada y visitar al odontólogo regularmente ayudarán a reducir los problemas dentales que acompañan al embarazo.

¿Qué problemas bucales pueden desarrollarse durante el embarazo?

Los estudios demuestran que muchas embarazadas experimentan gingivitis del embarazo (acumulación de placa dental sobre los dientes, que irrita las encías).

Los síntomas son encías enrojecidas, inflamadas y sangrantes.

La gingivitis del embarazo ocurre con mayor frecuencia en este período porque los niveles elevados de hormonas acentúan la reacción de las encías ante los agentes irritantes de la placa.

Sin embargo, sigue siendo la placa (y no las hormonas) la causa principal de la gingivitis.

Mantener los dientes limpios, especialmente cerca de la encía, ayudará notablemente a reducir e incluso a prevenir la gingivitis durante este periodo.

Además; es mejor para sus dientes, sustituir los dulces por alimentos más sanos, como queso, frutas frescas y vegetales.
                      
¿Qué debo esperar de la visita al odontólogo durante el embarazo?
Primero, al programar la visita, comuníquele a su odontólogo que está embarazada.

Es mejor programarla entre el cuarto y sexto mes de gestación, ya que se cree que los primeros tres meses de embarazo son los más importantes para el desarrollo del bebé.

Durante el último trimestre, el estrés asociado con las visitas odontológicas puede aumentar la incidencia de complicaciones prenatales.

Generalmente, el odontólogo evita las radiografías, las anestesias dentales, los analgésicos y antibióticos (particularmente la tetraciclina) durante el primer trimestre, a menos que sean absolutamente necesarios.

Durante el último trimestre de gestación, sentarse durante largos períodos en el sillón odontológico puede resultar incómodo.

Además, hay evidencia de que las embarazadas tienen mayor propensión a sufrir náuseas.

Si necesita programar una visita de emergencia, hágale saber de inmediato al profesional que está embarazada.

Infórmele sobre cualquier preocupación, abortos espontáneos anteriores y medicamentos que esté tomando, ya que los mismos pueden afectar el modo en que el profesional atienda sus necesidades.

En ocasiones, puede ser necesario antes de iniciar cualquier tratamiento, que el odontólogo realice una interconsulta con su médico.

EL CUIDADO DE LA CAVIDAD BUCAL EN GESTANTES


EL CUIDADO DE LA CAVIDAD BUCAL EN GESTANTES
Durante el embarazo se producen grandes cambios en la mujer a todos los niveles: en el aspecto físico, en el químico y en el psicológico.
Esto hace que la cavidad bucal de la embarazada sea más susceptible a padecer gingivitis y caries.
Gingivitis: 
Durante el embarazo se produce un aumento de las hormonas llamadas prolactina y estrógenos las cuales condicionan cambios en las estructuras de todo el organismo y, entre ellas, especialmente en los tejidos de la boca. 
Estos tejidos aumentan la irrigación sanguínea y sufren una mayor capacidad inflamatoria ante los irritantes locales externos.   
Aumenta así la posibilidad de sufrir ciertas alteraciones como la gingivitis.                               
La gingivitis consiste en una inflamación de las encías que aparecen enrojecidas, edematosas, sensibles y con tendencia al sangrado espontáneo o por estímulos pequeños como el masticar o cepillarse los dientes.
Durante el embarazo esta alteración es tan frecuente y específica, que recibe el nombre de gingivitis del embarazo. 
Esta es más evidente a partir del tercer mes de embarazo.
Si la mujer padecía previamente gingivitis o enfermedad periodontal, ésta empeora durante el embarazo.
Puede que no existiera previamente y se desencadene durante esta etapa.
Si la gingivitis no se trata, puede evolucionar hacia enfermedad periodontal con lesión de los tejidos de unión del hueso al diente, pérdida parcial de hueso y riesgo de pérdida de los dientes.
En un pequeño porcentaje se observa un aumento localizado de la encía que recibe el nombre de granuloma, épulis o tumor del embarazo. 
Caries:
La caries también es más frecuente durante el embarazo.
 
Diversos autores han estudiado un cambio en la flora bacteriana de la boca durante esta etapa, ya que la ansiedad por los hidratos de carbono en general y los dulces en particular aumenta el riesgo de caries.
Por ello durante esta época deben seguirse cuidados específicos para conservar la salud bucal, que comprenden no solo una cuidadosa higiene bucal sino una adecuada alimentación.

Higiene bucal:
Es necesario en esta etapa del embarazo extremar los cuidados dentales.
Las alteraciones bucales propias del embarazo, aunque frecuentes, no son inevitables y pueden prevenirse realizando una adecuada higiene dental con un cepillado después de las comidas y usando el hilo dental.                     
Una limpieza cuidadosa eliminará la placa bacteriana que es la causante de la caries dental y de la gingivitis.   
Es preferible usar un dentífrico que contenga flúor, que es antibacteriano y refuerza el esmalte dental.
Visitas al odontólogo
:
Lo ideal es comenzar el embarazo con una boca sana, sin caries ni otros problemas como gingivitis, sarro, flemones, etc. ya que estas patologías no sólo afectan a la salud de la madre, sino también a la del hijo.                  
Es aconsejable realizar visitas periódicas al dentista, que podrá efectuar los tratamientos oportunos y detectar y prevenir cualquier alteración para que la salud bucal sea la óptima. 
Si no se ha acudido antes, las revisiones dentales pueden hacerse sin problema durante el embarazo:
La futura mamá puede atenderse odontológicamente durante todo el transcurso de su embarazo, siendo el segundo trimestre el más indicado para realizar todo tipo de intervenciones, incluyendo aplicación de anestesia local, extracciones y tratamientos de conducto.
Si bien pueden hacerse también durante los otros trimestres, éste es el más apropiado para ellas.
Las restauraciones de caries, limpiezas dentales, aplicación de fluor como prevención, tratamientos de blanqueamientos, y tratamientos de ortodoncia, pueden realizarse sin problema en cualquier momento del embarazo sin ninguna contraindicación. 
La correcta higiene bucal y la disminución del consumo de azúcares, hará menos frecuente la aparición de caries y gingivitis (inflamación de las encías) durante el embarazo. 

HABLEMOS ENTRE DIENTES-RADIO UPT



HABLEMOS ENTRE DIENTES - TRATAMIENTO DEL DIENTE AVULSIONADO


HABLEMOS ENTRE DIENTES - LA CARIES





LA PUBERTAD Y LAS ENCIAS



LA PUBERTAD Y LAS ENCIAS

Durante la pubertad, el aumento en el nivel de las hormonas sexuales, como la progesterona y posiblemente el estrógeno, causan un aumento en la circulación sanguínea en las encías.

Esto puede causar un aumento en la sensibilidad de las encías y una reacción más fuerte a cualquier irritación, incluyendo algunas partículas de comida y de placa bacteriana.

Durante esta época, las encías pueden inflamarse, enrojecerse y producir sensación de dolor.

Cuando los jóvenes van pasando la pubertad, la tendencia de las encías a inflamarse como respuesta a los irritantes disminuye.

Sin embargo, es muy importante que durante la pubertad se siga un buen régimen de higiene oral en el hogar que incluya el cepillado y el uso habitual de la seda dental.

En algunos casos, un odontólogo puede recomendar terapia periodontal para ayudar a prevenir el daño a los tejidos y al hueso que rodean y soportan los dientes.

El diagnóstico temprano es importante para obtener un tratamiento exitoso de las enfermedades periodontales.

Es importante que los niños reciban un examen periodontal como parte de las visitas de rutina al odontólogo.

Deben saber que una forma avanzada de enfermedad periodontal puede ser un signo temprano de que su niño tenga una enfermedad sistémica.
Se debe considerar una evaluación médica general para los niños que presentan periodontitis severa, especialmente si parece ser resistente a la terapia recomendada por su odontólogo.

Muchos medicamentos pueden producir sensación de resequedad en la boca o crear otras amenazas a la salud oral.

Asegúrese de decirle a su odontólogo de cualquier otro medicamento que los miembros de su familia estén consumiendo.

Observe bien a sus hijos para determinar si alguno tiene el hábito de rechinar los dientes, ya que aumenta el riesgo de desarrollar enfermedad periodontal además de causar que los dientes se fracturen o se "astillen".

Los odontólogos pueden hacer férulas a la medida, para evitar el rechinar de los dientes por la noche.
Algunos investigadores sugieren que la enfermedad periodontal se puede pasar a través de la saliva.

Esto significa que el contacto de la saliva, común en las familias, puede exponer a los niños y a las parejas al riesgo de contraer la enfermedad periodontal de otro miembro de la familia.

Cuando esto ocurra, todos los miembros deben ver a un profesional para recibir una evaluación periodontal.

La medida preventiva más importante contra la enfermedad periodontal es la de establecer buenos hábitos orales en sus niños.

Hay tres medidas preventivas básicas para ayudar a su niño a mantener una buena salud oral:

Instituya buenos hábitos de salud oral temprano.

Cuando su niño tenga 12 meses, puede empezar a usar pasta dental cuando le cepille los dientes.

Sin embargo, use sólo una gótica de la pasta dental y empújela dentro de las cerdas para que su niño no se la coma.

Cuando los espacios entre los dientes se le cierren, es importante empezar a usar el hilo dental.

Dé usted el buen ejemplo; practique buenos hábitos de salud oral delante de sus hijos.

Establezca para su familia visitas regulares al dentista para los chequeos, las evaluaciones periodontales y las limpiezas.

Examine la boca de su niño para determinar si hay signos de enfermedad periodontal, incluyendo sangrado, hinchazón, recesión, enrojecimiento de las encías, y mal aliento.

Si su niño tiene malos hábitos de salud oral actualmente, haga un esfuerzo para que cambie ahora.

Es más fácil modificar estos hábitos en un niño que en un adulto.

Como su niño modela su comportamiento con el de usted, usted debe servir de ejemplo positivo con sus hábitos de higiene oral.