ODONTOLOGIA EN
LA TERCERA EDAD
Sin importar cual es su edad, usted
necesita cuidar sus dientes y su boca.
Cuando su boca
está sana, puede consumir fácilmente los alimentos necesarios para su buena
nutrición.
Cuando su boca
está saludable es más fácil sonreír, hablar y reírse con otros.
Las caries no
son sólo un problema infantil, pueden aparecer mientras usted tenga dientes
naturales en su boca.
El cuidado e
higiene bucal en ancianos son tan importantes como en cualquier otra etapa de
la vida, y deben llevarse a cabo con regularidad para prevenir enfermedades
dolorosas, pérdida de piezas dentales y masticación inadecuada.
Sin duda, la
ayuda del odontólogo es muy importante en esta labor.
Todavía muchas
personas consideran que la pérdida de piezas dentales es parte normal del
envejecimiento y, en forma casi automática, al pensar en la vejez imaginan a
una persona de sonrisa chimuela o que usa dentadura postiza.
Cabe señalar que
el avance en los conocimientos respecto a salud y enfermedades bucales ha demostrado
que la mayoría de las muelas o dientes ausentes en la tercera edad pudieron
salvarse con medidas preventivas.
En efecto, ahora
sabemos que para gozar toda la vida de una dentadura atractiva y funcional es
indispensable contar con adecuados hábitos de limpieza, dar mantenimiento a
prótesis y visitar al odontólogo.
En concreto, las
personas de la tercera edad deben adaptar estas medidas a sus necesidades y
hacer pequeños ajustes a sus hábitos nutricionales y de vida, a fin de tener
buenos resultados.
Simplemente,
vale la pena reflexionar que una dentadura saludable permitirá la adecuada
masticación de los alimentos y, gracias a ello, se gozará de digestión más
tranquila, disminución de problemas gastrointestinales y favorable obtención de
nutrientes.
Valor de la saliva
Este fluido juega papel fundamental en la conservación de la salud bucal, ya que aporta elementos como calcio y flúor, que fortalecen a los dientes, sin olvidar que permite la regulación de los niveles de acidez (pH).
Este fluido juega papel fundamental en la conservación de la salud bucal, ya que aporta elementos como calcio y flúor, que fortalecen a los dientes, sin olvidar que permite la regulación de los niveles de acidez (pH).
Crea las
condiciones necesarias para impedir la proliferación de bacterias nocivas,
mismas que se alimentan de azúcares y los transforman en ácidos que dañan a
encías y esmalte dental.
La producción de
saliva disminuye naturalmente en las personas mayores y, aún más, es importante
señalar que este fenómeno puede acentuarse por enfermedades comunes en edades
avanzadas de la vida.
Como problemas
cardiacos, diabetes (altos niveles de azúcar en sangre) y algunos tipos de
cáncer, así como por el uso de medicamentos para controlar ansiedad, depresión
o alergia (antihistamínicos).
Muchos
medicamentos comunes pueden resecar su boca, intente beber agua u otras bebidas
sin azúcar, evite las bebidas con cafeína. No fume y evite el alcohol.
Así, la sequedad
bucal a la que están expuestos los pacientes de la tercera edad es factor de
riesgo para presentar:
Caries: Deterioro y
destrucción progresiva de la estructura dental por la acción de los ácidos
generados por los microorganismos que habitan en la boca.
Sensibilidad dental: Ocasiona
dolor al consumir bebidas y alimentos fríos, calientes, ácidos o dulces; se
debe a que la parte inferior de la pieza dental (raíz) está expuesta al
ambiente, ya que las encías se inflaman levemente por la acción bacteriana.
Gingivitis: Inflamación
grave de las encías, las cuales sangran a menudo y duelen cuando son tocadas.
Los
investigadores creen que la enfermedad de las encías es un signo de
inflamación, lo que puede ser un factor en la destrucción de las células
cerebrales.
Enfermedad periodontal: Fase
avanzada de la gingivitis que produce inflamación e infección de los ligamentos
y huesos que sirven de soporte a los dientes, ocasionando su pérdida.
Prótesis dentales:
Alto porcentaje de personas de la tercera edad necesitan el auxilio de instrumentos especiales para reforzar o reemplazar dientes o muelas que han sufrido daño o se han perdido.
Alto porcentaje de personas de la tercera edad necesitan el auxilio de instrumentos especiales para reforzar o reemplazar dientes o muelas que han sufrido daño o se han perdido.
Dichas prótesis
pueden ser fijas o removibles, y se pueden emplear para sustituir una sola
pieza o todo su conjunto.
Algunos de los
recursos más empleados son:
Corona.
Puentes: Se utilizan
para reemplazar una o más piezas faltantes, cubriendo el espacio que han dejado
las mismas.
Dentadura postiza: Reemplaza
algunos dientes faltantes (parcial) o todos (completa), y es removible.
Se fabrica con
resina acrílica, aunque en ocasiones incluye partes de metal.
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