domingo, 30 de septiembre de 2012

Malposicion dentariA


Para comprender las diferentes maloclusiones debemos conocer la oclusión normal.
Una malposición dentaria es cuando uno o varios dientes están situados en posición anormal.
La malposición dentaria conlleva que las piezas dentarias superiores e inferiores no articulen, encajen o engranen con normalidad, y por tanto es causa de maloclusión dentaria.
Las maloclusiones dentarias se clasifican según sus causas: dentarias, esqueléticas, funcionales y mixtas.
Hoy, gracias a los estudios cefalométricos podemos saber el tipo de maloclusión con exactitud como veremos más adelante.
El origen de las maloclusiones dentarias es la malposición de los dientes, siendo normales las bases óseas (maxilar superior y mandíbula).
En las maloclusiones óseas el defecto está en las bases óseas.
Pueden ser debidas a falta o exceso de crecimiento de los maxilares y a una malposición del macizo craneofacial.
Las maloclusiones funcionales se deben generalmente a una alteración en la dinámica mandibular por alteraciones musculares que conduce a una oclusión dentaria anormal.
La OCLUSIÓN DENTARIA normal tiene unas características comunes a la mayoría de los humanos.
Brevemente diremos que tenemos 16 piezas dentarias en cada arcada.
En posición de maxima intercuspidación (PIM), que es cuando las piezas dentarias tienen los máximos contactos dentarios en posición de cierre, cada pieza dentaria articula con dos piezas antagonistas, excepto los incisivos centrales inferiores y los ultimos molares superiores que articulan solamente con su pieza antagonista.
Debido al mayor tamaño de los incisivos superiores, éstos resaltan sobre los inferiores cuando ocluyen con ellos.
Además, todas las piezas superiores están más distalizadas que las inferiores.
Por ejemplo, el canino superior está más atras que el inferior y articula en PIM con el canino inferior y con el primer premolar inferior.
En esta oclusión, que podemos considerar normal, vemos que la articulación de los primeros molares permanentes tienen unas características que ANGLE consideró primordial para clasificar las diferentes maloclusiones.

TIPO DE MALOCLUSIONES:
Las malposiciones o maloclusiones pueden afectar a los dientes solamente y son llamadas maloclusiones dentarias en ellas los dientes están apiñados, desalineados, torcidos o separados; además de los dientes pueden estar afectados los maxilares siendo llamadas maloclusiones esqueletales donde existe diferencia entre el tamaño o la posición de un maxilar con respecto al otro (maxilar vs. Mandíbula).
Una persona puede tener uno o los dos tipos de maloclusión, y dependiendo de la severidad del caso el ortodoncista determinará cuando debes empezar tu tratamiento ortodóncico, que tipo de aparatos necesitas y la duración del mismo.
Los dientes pueden estar en distintas posiciones cuando salen de la oclusión normal, así pues pueden estar apiñados, cruzados, separados, puede haber exceso de dientes (dientes supernumerarios) o ausencia de ellos (Ausencias congénitas), o pueden estar retenidos (que no han podido salir).
En ortodoncia básicamente hablamos de tres grupos de maloclusiones en las cuales se pueden presentar las características antes nombradas estos grupos son: clase l, clase II, y clase III.
Cada una de ellas deberá ser tratada de una manera distinta, y de ellas la más frecuente es por lo general la clase l.
Clase l:
Las maloclusiones de este tipo se observan cuando los maxilares están bien alineados pero los dientes no engranan bien.
Pueden haber dientes demasiado grandes o demasiado pequeños para los maxilares, lo cual dificultará la masticación, facilitará la aparición de caries y enfermedades de las encías (sangramiento etc.) Y a veces afecta la apariencia personal.
Clase II:
A este grupo pertenecen la mayoría de los que tienen los “dientes volados” o protruídos que sería el término adecuado para nombrarlos.
Puede ocurrir cuando el maxilar superior crece más de lo normal y se ve sobresalido o cuando la mandíbula es deficiente, o sea no ha crecido lo suficiente.
En pacientes adultos, una deficiencia mandibular muy grande puede requerir cirugía.
Clase III:
Es la menos común de las maloclusiones.
La mandíbula luce más salida o protruída que el resto de la cara, pero también puede deberse a una deficiencia en el crecimiento del maxilar superior.
En niños muchos casos pueden ser tratados con relativo éxito, pero algunos de ellos requerirán de un tratamiento combinado de ortodoncia con cirugía para su corrección adecuada.
Otros de los problemas más comunes que pueden verse en cualquier maloclusión son:
Mordida cruzada: uno o más dientes ya sea de los anteriores o de los molares puede estar en una relación invertida con su antagonista.
Mordida abierta: cuando no pueden chocarse los bordes de los dientes de adelante, a pesar de que los molares si contactan, es muy común en los succionadores de dedo y en los respiradores bucales.
Mordida profunda: los dientes superiores cubren demasiado a los dientes inferiores, llegando en algunos casos a contactar con la encía del paladar al masticar e inhibiendo el crecimiento normal de la mandíbula en pacientes jóvenes, pudiendo causar además lesiones.

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