Para comprender las diferentes maloclusiones debemos
conocer la oclusión normal.
Una malposición dentaria es cuando uno o varios dientes
están situados en posición anormal.
La malposición dentaria conlleva que las piezas dentarias
superiores e inferiores no articulen, encajen o engranen con normalidad, y por
tanto es causa de maloclusión dentaria.
Las maloclusiones dentarias se clasifican según sus
causas: dentarias, esqueléticas, funcionales y mixtas.
Hoy, gracias a los estudios cefalométricos podemos saber
el tipo de maloclusión con exactitud como veremos más adelante.
El origen de las maloclusiones dentarias es la
malposición de los dientes, siendo normales las bases óseas (maxilar superior y
mandíbula).
En las maloclusiones óseas el defecto está en las bases
óseas.
Pueden ser debidas a falta o exceso de crecimiento de los
maxilares y a una malposición del macizo craneofacial.
Las maloclusiones funcionales se deben generalmente a una
alteración en la dinámica mandibular por alteraciones musculares que conduce a
una oclusión dentaria anormal.
La OCLUSIÓN
DENTARIA normal tiene unas características comunes a la mayoría de los
humanos.
Brevemente diremos que tenemos 16 piezas dentarias en
cada arcada.
En posición de maxima intercuspidación (PIM), que es
cuando las piezas dentarias tienen los máximos contactos dentarios en posición
de cierre, cada pieza dentaria articula con dos piezas antagonistas, excepto
los incisivos centrales inferiores y los ultimos molares superiores que articulan
solamente con su pieza antagonista.
Debido al mayor tamaño de los incisivos superiores, éstos
resaltan sobre los inferiores cuando ocluyen con ellos.
Además, todas las piezas superiores están más
distalizadas que las inferiores.
Por ejemplo, el canino superior está más atras que el
inferior y articula en PIM con el canino inferior y con el primer premolar
inferior.
En esta oclusión, que
podemos considerar normal, vemos que la articulación de los primeros molares
permanentes tienen unas características que ANGLE consideró primordial para
clasificar las diferentes maloclusiones.
TIPO DE MALOCLUSIONES:
Las malposiciones o maloclusiones pueden afectar a
los dientes solamente y son llamadas maloclusiones dentarias en ellas los
dientes están apiñados, desalineados, torcidos o separados; además de los
dientes pueden estar afectados los maxilares siendo llamadas maloclusiones
esqueletales donde existe diferencia entre el tamaño o la posición de un
maxilar con respecto al otro (maxilar vs. Mandíbula).
Una persona puede tener uno o los dos tipos de
maloclusión, y dependiendo de la severidad del caso el ortodoncista determinará
cuando debes empezar tu tratamiento ortodóncico, que tipo de aparatos necesitas
y la duración del mismo.
Los dientes pueden estar en distintas posiciones
cuando salen de la oclusión normal, así pues pueden estar apiñados, cruzados,
separados, puede haber exceso de dientes (dientes supernumerarios) o ausencia
de ellos (Ausencias congénitas), o pueden estar retenidos (que no han podido
salir).
En ortodoncia básicamente hablamos de tres grupos
de maloclusiones en las cuales se pueden presentar las características antes
nombradas estos grupos son: clase l, clase II, y clase III.
Cada una de ellas deberá ser tratada de una manera
distinta, y de ellas la más frecuente es por lo general la clase l.
Clase l:
Las maloclusiones de este tipo se observan cuando
los maxilares están bien alineados pero los dientes no engranan bien.
Pueden haber dientes demasiado grandes o demasiado
pequeños para los maxilares, lo cual dificultará la masticación, facilitará la
aparición de caries y enfermedades de las encías (sangramiento etc.) Y a veces
afecta la apariencia personal.
Clase II:
A este grupo pertenecen la mayoría de los que
tienen los “dientes volados” o protruídos que sería el término adecuado para
nombrarlos.
Puede ocurrir cuando el maxilar superior crece más
de lo normal y se ve sobresalido o cuando la mandíbula es deficiente, o sea no
ha crecido lo suficiente.
En pacientes adultos, una deficiencia mandibular
muy grande puede requerir cirugía.
Clase III:
Es la menos común de las maloclusiones.
La mandíbula luce más salida o protruída que el
resto de la cara, pero también puede deberse a una deficiencia en el
crecimiento del maxilar superior.
En niños muchos casos pueden ser tratados con
relativo éxito, pero algunos de ellos requerirán de un tratamiento combinado de
ortodoncia con cirugía para su corrección adecuada.
Otros de los problemas más comunes que pueden verse
en cualquier maloclusión son:
Mordida cruzada: uno
o más dientes ya sea de los anteriores o de los molares puede estar en una
relación invertida con su antagonista.
Mordida abierta: cuando
no pueden chocarse los bordes de los dientes de adelante, a pesar de que los
molares si contactan, es muy común en los succionadores de dedo y en los
respiradores bucales.
Mordida profunda: los
dientes superiores cubren demasiado a los dientes inferiores, llegando en
algunos casos a contactar con la encía del paladar al masticar e inhibiendo el
crecimiento normal de la mandíbula en pacientes jóvenes, pudiendo causar además
lesiones.
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